La llegada al Etna es la primera meta en alto del Giro de Italia que puede marcar algunas diferencias entre los grandes favoritos. Bueno, al menos sobre el papel eso debe pasar, porque hay que ajustar las distancias que hay.
En la historia la meta en el Etna ha marcado algunos segundos entre los que luchan por el título, pero no se han presentado diferencias grandes, pues casi siempre se ha disputado en la primera semana de la carrera y esta vez no será la excepción.
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Si bien es una etapa de 172 kilómetros, con una llegada en alto de 22 kilómetros, con rampas máximas hasta del 14 por ciento, el Etna, cuenta el Giro, se ha caracterizado porque entre los favoritos poco se han hecho daño.
Todos contra Yates y Dumoulin
Este martes podría pasar lo mismo, pues entre el ramillete de candidatos, si bien no se han sacado minutos y las diferencia no han sido tan grandes, sí es cierto que Simon Yates y Tom Dumoulin sacan los mejores dividendos en la general.
La carrera es muy nueva, comienza apenas y resta toda la montaña, por eso es que este martes en la etapa hay ciclistas que deben sentar precedentes.
Uno de ellos es Iván Sosa, el colombiano del Movistar, que es 58 en la general y pierde un minuto 33 segundos de Yates, segundo en la general a 11 s del líder, Mathieu van der Poel, que lo más normal es que pierda esa condición.
“La etapa nos viene bien y sabíamos que en la crono y en la primera parte del Giro perderíamos tiempo, pero es una jornada para recuperar”, dijo Sosa.

Miguel Ángel López, al igual que Mikel Landa, pello Bilbao, Romain Bardet y Richard Carapaz deberán de moverse por el tema Yates y Dumoulin, no deben, al menos, darles ventajas, no pueden seguir cosechando tiempo a su favor.
Yates se muestra bien, en una forma excepcional y no se puede jugar con el antecedente de que remata mal las carreras de tres semanas. López y Carapaz ceden, 42 s y 24 s, respectivamente con el británico, por lo que perder más no sería nada bueno.
Claro que López, como se ve, corre pensando en Carapaz, quien es el referente, por eso la diferencia entre ellos de solo 18 s es buena, lo tiene cerca. Sin embargo, el colombiano y el ecuatoriano deben de comenzar a calibrar a los Yates, Dumoulin, Landa, Bilbao, Batdet y compañía.
Dumoulin es una incógnita. Ya jugó a favor su terreno, la contrarreloj, sacó sus réditos, ahora deberá de mantenerse en la montaña. El Etna puede ser un buen termómetro para él, para saber en qué condición está, porque viene de una para de meses y sus rivales no han perdido el ritmo.
Nadie va a tirar todo lo que tiene. No se pueden arriesgar tan temprano a lanzar ataques fuertes, pero sí es una jornada buena para arañar segundos.

Archivo / EL TIEMPO
El ciclismo colombiano ha sido protagonista de esta llegada. En el Etna ya se ha ganado, por lo que no sería nada raro que se vuelva a celebrar, bueno, al menos ahí está la oportunidad, aunque se subirá por una vertiente distinta.
Ese triunfo fue el número 27 del ciclismo del país en el Giro. El protagonista fue Esteban Chaves, que cruzó de la ‘mano’ con su compañero de equipo en el Mitchelton Scott de la época, Simon Yates, quien es el mejor ubicado de los favoritos en la edición del 2022.
Etna no ha marcado una pauta en los años anteriores, no ha sido definitivo, pero esta vez podría servir para saber la condición de los favoritos. Como no hay un claro dominador, pues la jornada está a la orden del día como para intentar ataques que busquen que alguno de ellos sienta el esfuerzo de los primeros días y pierda terreno.
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Lisandro Rengifo
Redactor de EL TIEMPO
@lisandroabel