Después de sus graves problemas de salud y de su positivo en COVID-19, Charlène de Mónaco ha recuperado las fuerzas para retomar su agenda. Lo demostró la pasada semana, cuando acudió a la ceremonia de apertura del Festival de Televisión de Montecarlo, y volvió a hacerlo en el viaje de este miércoles a Noruega, donde se dejó ver notablemente feliz y cariñosa.
Tanto es así que, durante un posado con la prensa, la princesa besó públicamente a su marido en los labios, un gesto que no están habituados a hacer y que, además, desmonta los rumores de crisis que los persiguen desde la larga estancia de la exdeportista en Sudáfrica, donde combatió contra una infección otorrinolaringológica por la que tuvo que ser intervenida.
Los príncipes de Mónaco se trasladaron hasta el país escandinavo en compañía de sus hijos, y allí acudieron a la inauguración de la exposición Navegando en el mar de la ciencia, científico y explorador. El príncipe Alberto I y la exploración noruega temprana de Svalbard, en honor al centenario de la muerte del príncipe Alberto I.
La muestra se celebra en el Museo Fram de Oslo y ofrece recorrido que se centra en las exploraciones del bisabuelo del actual monarca en los años 1898, 1899, 1906 y 1907. El príncipe heredero Haakon de Noruega les acompañó durante esta visita, y la princesa le saludó con dos besos.
Unas horas antes, los reyes Harald y Sonia de Noruega recibieron a la familia en su residencia privada, donde degustaron un almuerzo al que se sumaron los hijos de los soberanos.
