Fue un partidazo, con un Medellín demoledor que sacó figura al portero Álvaro Montero en el primer tiempo, y un Millonarios efectivo, que anotó la opción que tuvo y terminó apurando, cerca del triunfo. Al final, un empate vibrante 1-1 en el Atanasio Girardot.
El Poderoso llegó una, dos, tres, cuatro veces y no encontraba el gol, pese a sus buenas oportunidades. Siempre se topó con un Montero gigante que de palo a palo voló en cada ocasión para evitar la caída de su arco.
El más insistente era Ánderson Plata, que siempre hace casi todo bien menos lo más importante, la puntería, el remate final. También probó Pons, que con cañonazos intentó romperle las manos a Montero y no pudo.
Y en esas estaba el DIM, en su feria del desperdicio, cuando Millonarios le cobró carísimo. Mackalister fue el que metió el pase filtrado a Daniel Ruiz que con un amague hizo pasar de largo a plata, se acomodó y sacó un remate perfecto, acomodando la pelota a un palo y fue un golazo, el 0-1, que de paso puso fin a la sequía de gol azul fuera de casa.

Medellín no bajó el ritmo ni perdió su ímpetu. Mantuvo su dinámica de ataque. Montero tuvo otro par de atajadas espectaculares. Incluso hubo un penalti que primero sancionó el central y luego, tras sentencia del VAR, se dio cuenta de que no era. Así se acabó la primera parte.
Pero en la segunda parte el Poderoso al fin celebró. Fue en un tiro de esquina, Daniel Torres peinó la pelota y en el segundo palo apareció Varela y anotó el tanto del empate, y esta vez si Montero se quedó quieto, paralizado.
DIM y Millonarios se repartieron la pelota el resto del partido. Sin embargo, Millonarios tuvo una reacción, aceleró, tenía más gasolina, los cambios le sentaron mejor, y tuvo opciones para ganar, como un cabezazo de Leo Castro que pasó muy cerca.
El partido fue emocionante de principio a fin, parecía que en el último segundo algo podía pasar, un gol que desequilibrara el empate. Pero no. Eso fue todo, un 1-1 intenso y justo.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
@PabloRomeroET