En la últimas semanas se ha detectado que millones de “pellets” están inundando las costas del Mar Cantábrico procedente de un barco que perdió varios contenedores frente a la costa de Portugal el 8 de diciembre, creando una grave crisis medioambiental, sobre todo en las playas de Galicia, Asturias y Cantabria.
Y es que a pesar de que vecinos de la zona dieron la alerta hace semanas, como señala este vecino de la localidad de Corrubedo (Galicia) “Todos lo sabían desde el 13 de diciembre”, no ha sido hasta esta segunda semana de enero que los gobiernos, autoridades y asociaciones se han puesto manos a la obra para tratar de reparar los daños causados por este plástico.
Ahora que los gobiernos autonómicos afectados han hecho saltar la alarma y piden la ayuda y colaboración del Gobierno central, investigadores y expertos están buscando maneras de solucionar esta desgracia que está contaminando los mares y playas del norte de España.
El principal problema de este desastre climático es que la fauna marina local cabae ingiriendo estos “pellets” que siguiendo la cadena alimentaria acabaría llegando a nuestros platos, y aunque por el momento no se sabe que efectos podría tener la ingestación de estas partículas compuestas de plástico, todo apunta que no es bueno.
Por suerte, y como ocurre cada vez más, la tecnología está de nuestro lado gracias a que investigadores de la Facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida del Estado de Nueva York (CALS) de la Universidad de Cornell han diseñado y fabricado un pequeño prototipo de robot que podría suponer una solución real a este problema.
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Esto es porque han construido un microrobot inspirado en el caracol manzana hawaiano, que es reconocido por usar su pie para impulsar el flujo de la superficie del agua y succionar las partículas flotantes de comida.
Con este mecanismo, en principio este robot podría recoger microplásticos de la superficie de océanos, mares y lagos, y en el caso de producirse en masa sería capaz de retirar kilos de “pellets” de una manera mucho más efectiva que las soluciones actuales.
Lo cierto es que por ahora este robot es tan solo un prototipo, y todavía tienen que completar algunos aspectos “Necesitábamos entender el flujo del fluido para caracterizar el comportamiento del bombeo” explica Sunghwan Jung, uno de los ingenieros del proyecto y ver si es necesario añadir alguna herramienta más a este robot, como podría ser un dispositivo de flotación para evitar que el robot se hunda en el agua.