Fernando Alonso ya ha aterrizado en Las Vegas para comenzar a prepararse un Gran Premio debutante en la Fórmula 1 con un circuito urbano completamente nuevo. El fin de semana al completo será una incógnita que deberán ir resolviendo pilotos y equipos sobre el terreno, y ante unas condiciones desconocidas y cambiantes, el piloto asturiano no puede contener su emoción.
Como decimos, será la primera vez que el ‘Gran Circo’ aterrice en la ciudad estadounidense, la tercera carrera en el país norteamericano este año, pero al bicampeón español lo que más le interesa es “ver cómo acoge a la Fórmula 1” porque a él siempre le ha gustado “correr en América y probar nuevos circuitos”.
“Con cualquier circuito nuevo se necesita un poco de tiempo para familiarizarse con él. También será interesante ver cómo serán los niveles de agarre, ya que siempre es un factor a tener en cuenta en los circuitos nuevos”, agregó sobre lo que esperan en el trazado urbano de Las Vegas, al que ya ha estado este miércoles echando un vistazo a pie de pista, dando un paseo.
Supondrá sin duda uno de esos retos que tanto le gustan al ovetense, en el que los pilotos deberán afrontar unas bajas temperaturas a las que no están “acostumbrados”, como sucedió en Qatar con una de las carreras más duras de la historia marcada por un calor extremo.
En Las Vegas será lo contrario, el frío predominará: “Tampoco hay categorías de apoyo, así que es probable que la pista esté más resbaladiza cuando salgamos. Hemos pasado tiempo en el simulador y estamos analizando todos los datos, pero nos haremos una idea real de la pista con los libres”.
Alonso llega exultante al penúltimo Gran Premio de la temporada después de un balsámico y trabajado tercer puesto en Sao Paulo, Brasil, luchando hasta la línea de meta con Sergio Pérez (Red Bull), y sigue celebrándolo y alucinando con lo vivido: “No sabía si había terminado por delante en el momento de la bandera a cuadros porque mi ingeniero tardó un rato en confirmarme la posición”.
“Me pareció que había pasado un minuto antes de que me lo confirmara, pero sólo tardó unos segundos. Luego oí los gritos en el garaje por la radio cuando mi ingeniero me lo confirmó. Fue un final de carrera especial”, recordó Alonso sobre su octavo podio de la temporada, quizá el más meritorio y satisfactorio junto a los de Baréin y Zandvoort.
Un resultado positivo que permitió olvidar los “fines de semana difíciles” en Austin y México: “Es mérito de nuestro equipo que hayamos conseguido recuperarnos con este rendimiento en Brasil. Vamos a ver si podemos mantener este impulso en los dos últimos fines de semana de carreras en circuitos muy diferentes. Después de Brasil, estoy muy ilusionado de cara a estas dos últimas citas del Mundial“.
Una ilusión que parece conservará intacta para el próximo año, aunque esa no sea todavía su preocupación: “Mi objetivo es terminar la temporada con fuerza y con el mayor número de puntos posible. Es cierto que todos pensamos en 2024, pero queremos llegar a la próxima temporada en la mejor posición posible y con la moral por las nubes. Y por último, ¡es importante que disfrutemos de estas dos últimas carreras de 2023!”.