El estilo de vida estresante y ajetreado que llevamos no permite que mantengamos el equilibrio entre salud y bienestar físico, apareciendo problemas de salud. Una de las enfermedades más comunes que millones de personas sufren hoy en día es la hipertensión pero, gracias a muchos hallazgos medicinales y naturales, puede controlarse en quienes ya la padecen y prevenirse en aquellos que tengan predisposición. Por eso mismo, hablaremos en este post de la hipertensión: qué es, efectos y cómo evitarla.
Qué es la hipertensión
Cuando la presión arterial aumenta se denomina hipertensión. No suele mostrar síntomas cuando está comenzando, por lo que el paciente puede tardar mucho en saber si la padece o no. La arterosclerosis es una de las principales consecuencias de la hipertensión, haciendo que se vuelvan las arterias más gruesas y rígidas, dificultando el paso de la sangre y generando serios problemas.
Son muchos los factores que desencadenan esta enfermedad, pero a ciencia cierta aún no se conocen los causantes directos de la hipertensión. Los pacientes muestran tener factores en común por los que se presenta la enfermedad como, por ejemplo, un antecedente familiar, el hábito alimenticio, el estilo de vida… También existen factores modificables que pueden ocasionar la hipertensión como, por ejemplo, la obesidad, el sedentarismo, el cambio de ambiente (especialmente cuando las personas se mudan a un país extranjero), alergias, el uso de anticonceptivos de tipo oral, el alcoholismo…
Además, es esencial tratar la hipertensión arterial a tiempo pues, de no ser así, supone un grave riesgo para la salud, ya que esta enfermedad suele tener consecuencias en quienes no le prestan la atención debida.
Efectos secundarios de la hipertensión
A medida que la hipertensión avanza sin ningún tratamiento o sin supervisión, pueden originarse numerosos efectos secundarios tales como:
- Arterosclerosis: las placas de ateroma se posicionan en las arterias y, de no ser tratadas a tiempo, pueden «engordar» hasta ocasionar taponamientos, impidiendo el paso del flujo sanguíneo y causando enfermedades circulatorias.
- Enfermedades cardíacas: las arterias, al estar afectadas por la hipertensión, hacen que el músculo cardíaco se exija más potencia para llevar la sangre a todo el organismo. Si se prolonga este esfuerzo, el corazón puede llegar a aumentar de tamaño, impidiendo un bombeo sanguíneo correcto, ocasionando una insuficiencia. Puede darse un infarto de miocardio cuando el flujo sanguíneo se interrumpe.
- Infartos cerebrales: también conocidos como ictus, que son ocasionados por la circulación forzada en las arterias cerebrales. Cuando alguna parte del cerebro se queda sin flujo sanguíneo aparecen las hemorragias y las trombosis.
- Visión comprometida: los pequeños vasos arteriales de los ojos también están predispuestos a sufrir por causa de la hipertensión. Estos vasos pueden romperse ocasionando visión borrosa, pérdida de la visión momentánea o ceguera, en los casos más severos.
- Angina: el dolor de pecho se da debido a que no hay suficiente flujo sanguíneo que llegue al corazón. Esto puede acabar en problemas más severos, como los infartos.
- Daño renal y pulmonar: los riñones y pulmones quedan dañados por el trabajo forzado que tienen que hacer diariamente. La persona hipertensa tiene que cuidar mucho de estos órganos porque, por lo general, no suele sentir síntomas previos al malestar severo.
Cómo evitar la hipertensión
Puedes intentar cambiar tu rutina para evitar padecer de hipertensión arterial o, al menos, controlarla.
- Deja el tabaco. No fumes más, pues todos los componentes tóxicos que contiene el tabaco hacen que tengas un 80% más de probabilidades de padecer hipertensión arterial y enfermedades cardio-pulmonares.
- Vigila el LDL. El colesterol malo es realmente dañino: cambia tu hábito alimenticio y consume más alimentos que ayuden a bajar y controlar los niveles de LDL y aumentar los niveles de HDL.
- Disminuye la sal en tu dieta diaria. Debes consumir menos de 5 gramos de sal al día para evitar caer en la hipertensión. El consumo de sal es altamente dañino para quien tiene predisposición a desarrollar esta enfermedad.
- No consumas alcohol en exceso. Modera su consumo. Déjalas para las ocasiones especiales como, por ejemplo, una fiesta, cumpleaños, boda, celebración de aniversario, ascenso en el trabajo, etc.
- Entrena y evita el sobrepeso. Las personas con tendencia a engordar o las que tienen problemas de obesidad son más propensas a sufrir de hipertensión arterial. La recomendación es la práctica de rutinas de ejercicio cardiovascular para poder proteger las arterias y el músculo cardiaco. Un hábito alimenticio sano junto a una rutina de ejercicio diaria te ayudará mucho a erradicar los posibles riesgos que tengas de padecer hipertensión.
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Fuentes de imágenes:
- http://fundacioncalox.org/
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