En un sorprendente descubrimiento, unos investigadores han identificado una neurotoxina crónica conocida como BMAA en partículas de polvo del lecho seco de un antiguo lago. Esta toxina, vinculada a enfermedades neurodegenerativas, se ha convertido en un importante problema sanitario debido a su presencia en el polvo arrastrado por el viento que llega a zonas metropolitanas muy pobladas.
El hallazgo lo han hecho James S. Metcalf, Sandra Anne Banack y Paul Alan Cox, de Brain Chemistry Labs, en Jackson, Wyoming, Estados Unidos.
El polvo procede del lecho seco del Gran Lago Salado, es rico en metales pesados y ahora se ha comprobado que también lo es en cianobacterias y sus toxinas. Este polvo plantea un inquietante riesgo para la salud humana. Diversos estudios indicaron que la exposición dietética crónica a la neurotoxina BMAA puede desencadenar neuropatología del tipo de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). A esta neurotoxina se la considera ahora el factor de riesgo ambiental más importante para desarrollar esclerosis lateral amiotrófica.
Aunque la exposición a la neurotoxina BMAA también provoca, en animales de laboratorio, neuropatología del mismo tipo que la causada por la enfermedad de Alzheimer, su papel en esta dolencia, así como en el Mal de Parkinson, no se conoce del todo. Sin embargo, su conexión con la esclerosis lateral amiotrófica ha sido corroborada por dos estudios epidemiológicos recientes, marcándola como el vínculo ambiental más fuerte con la enfermedad hasta el momento. En particular, se observó un mayor riesgo de sufrir esclerosis lateral amiotrófica en los residentes que vivían cerca de ríos y lagos infestados de cianobacterias, lo que subraya el peligro potencial de la exposición a la BMAA.
Brain Chemistry Labs ha estado vigilando la presencia y la distribución de BMAA y otras toxinas de cianobacterias en masas de agua como el lago Okeechobee. Grupos de investigación internacionales de Suecia, China y Francia también están investigando la exposición crónica a la BMAA como factor de riesgo para desarrollar esclerosis lateral amiotrófica.
James Metcalf tomando muestras de aire en el Gran Lago Salado para analizar las toxinas de las cianobacterias. (Foto: Paul Alan Cox)
Aunque el noventa por ciento de los casos de esclerosis lateral amiotrófica son esporádicos y el diez por ciento familiares, la amenaza que supone la inhalación de polvo contaminado con BMAA sigue sin estar clara. Lo que está claro, sin embargo, es la necesidad urgente de realizar estudios exhaustivos para determinar el aumento potencial del riesgo de sufrir esclerosis lateral amiotrófica por culpa de exponerse al polvo del Gran Lago Salado.
Es posible que en otras partes del mundo existan otras fuentes de polvo con los efectos nocivos del polvo ahora estudiado.
El estudio se titula “Cyanotoxin Analysis of Air Samples from the Great Salt Lake”. Y se ha publicado en la revista académica Toxins. (Fuente: NCYT de Amazings)