El triunfo de la Selección Colombia contra Paraguay, 0- 1, fue como estar de fin de semana en una piscina o en la playa al borde del mar: de asoleadora y en chancletas, con una piña colada de sombrillita en el borde de la copa y con la brisa fresca pegando en la cara. Una victoria de veraneo. Eso sí, al caer el juego salieron los mosquitos paraguayos y Colombia no tenía repelente por los cambios. Una molestia innecesaria, sin gravedad.
Ha sido el partido más cómodo de toda la era invicta del técnico Néstor Lorenzo, incluyendo los amistosos. Ya era hora de ganar sin sufrir mucho, sin tener que remontar, sin patear el tablero y cambiar fichas, sin dar arengas de resurrección en el intermedio.
Colombia volvió a ganar en Asunción, donde ha vencido ya en seis juegos con este, y empatado otro más desde el 2001: ¡hijos nuestros, así de simple, hace 22 años !
El 0-1 llegó casi de camerino. Penalti por mano indiscutible que metió Borré a los 9 minutos. Esta vez no se dejó quitar el balón como pasó en Quito, en el 0-0 contra Ecuador. Al perro, dice el refrán, no se la hacen dos veces. ¡Y adentro! Con eso bastó.
Con el gol, entonces, Colombia levantó el pie del pedal y a pura táctica, es decir, con juego de ubicación de sus jugadores, hizo un fútbol de control muy tranquilo, que solo permitió una jugada de peligro antes del descanso: Ramón Sosa remató muy por encima del arco. Definió como editor de Deportes de EL TIEMPO.
El tramo final del primer tiempo fue otra vez para Colombia: Borré solito, a pase limpio de Lerma, definió chueco. Antes había fallado otro tiro cruzado. Y James, siempre James, estrelló un zurdazo de fuego en el travesaño.
(Lea además: James y Castaño, sobresalientes en victoria de Colombia en Paraguay: calificaciones)
Ya en el segundo tiempo, a pesar de la reacción obvia y lógica de esta liviana Paraguay y su peloteo final en estertores (Vargas sacó una, y otra se despejó en la raya), Colombia controló el partido con y sin balón, y le faltó al menos otro gol, que bien pudo hacerlo en otro pase exquisito de James a Díaz y que sacó el arquero debajo del horizontal: la Selección fue claramente superior a esta Paraguay que hoy solo tiene el uniforme de los verdaderos Defensores del Chaco. Si Paraguay jugara en la Liga nuestra, no clasificaría entre los ocho. ¡Seguro! Y se ganó bien, como debía, de la mano de James y Castaño, los mejores del juego.
Así se cierra el primer tercio de la eliminatoria, en un feliz fin de año con un pleno de 6 puntos en la última fecha doble y con la Navidad de haber vencido a Brasil por primera vez en las clasificatorias.
Un balance sobresaliente con 12 puntos, para un promedio de cuatro por fecha doble: la cuenta de la vieja y famosa ‘media inglesa’.
Colombia, única invicta con Mina, Santi Arias, Dávinson, Uribe, Lerma, Barrios, Díaz y James… Sí: ¡con James! El ‘10’ de Colombia ha sido determinante con su calidad, temple y grandeza. Y querían jubilar a todos los que ahora nos hacen brindar en esta fiesta de fin de año. ¡Salud!
Meluk le cuenta
GABRIEL MELUK
Editor de DEPORTES
@MelukLeCuenta
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