Godzilla, y Godzilla películas, tiene sido muchas cosas durante los últimos 69 años, el Rey de todos los monstruos ha cambiado de carácter tan frecuente cambiado en diseño, de horrible fuerza de la naturaleza a heroico defensor de la Tierra. Es adecuado entonces, que su última encarnación se reenfoque en Godzilla en algunas formas, y sus defectos humanos en otras, para crear un retroceso que se sienta vigorizantemente fresco.
eso entra Takashi Yamazaki notable Godzilla menos uno. En parte reinicio, en parte extrapolación flexible de las raíces originales del legendario kaiju en la icónica película de 1954, esta vez somos transportados al inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, mientras Japón se enfrenta a la reconstrucción tras el devastador final de la guerra, sólo para Enfrentarse al terror nuclear del surgimiento de Godzilla. Centrándose en un joven llamado Koichi Shikishima (Ryunosuke Kamiki), un piloto kamikaze que regresa a casa después del final de la guerra, cargando con el arrepentimiento de haber fingido un mal funcionamiento del motor para evitar ir a la batalla—Godzilla menos uno brilla dejándose descansar en la actuación de Kamiki y de Koichi como su lente.
El drama humano siempre ha sido el núcleo de cualquier gran Godzilla película, pero la mayoría de las veces, esos humanos son agentes impulsores y agitadores, fuerzas gubernamentales o militares, entidades más grandes que la vida que combaten amenaza de Godzilla a través de la burocracia administrativa o el poder militar. Menos uno, presentándonos una dura realidad en la que Japón no tiene aliados dispuestos a acudir en su ayuda, un pueblo maltratado, un gobierno indiferente y sus menguados activos militares, dedica su primer acto a crear casi una sensación de pavor en su enfoque en el espíritu humano. Koichi y sus vecinos rebuscan entre los restos del bombardeo incendiario de Tokio para reconstruir sus hogares y sus vidas; al principio desconfiaban unos de otros, pero cada vez más más unidos y resilientes: hay una tensión inherente a saber que esta es una película de Godzilla: estas personas, estos personajes a los que llegamos admirar a través de una perspectiva intensamente enfocada, están construyendo proverbiales casas de naipes a partir de las cenizas.
Entonces, cuando llegue Godzilla, Menos uno nunca rehuye ni el terror que tal amenaza debería ser ni ni la alegoría política de Godzilla representación de la ansiedad nuclear—uno aún más realzado por su ambientación de posguerra. El ojo de Yamazaki para los efectos especiales aquí es increíble: Godzilla tiene una presencia en Menos uno que se siente real, y en un maravilloso guiño a su estética retro, una textura y estilización que se siente en parte una bestia viviente, en parte hombre con traje. Y, sin embargo, es realmente aterrador y aparentemente imparable cuando todos nuestros héroes tienen que detenerlo. una flotilla de barcos pesqueros y minas desmanteladas en el pasado . Él es, también claramente, una amenaza nuclear: aunque el ascenso de Godzilla está acumulado A lo largo de los primeros actos de la película, en su primer verdadero ataque a suelo japonés, carga con el peso de la destrucción nuclear total, nivelando manzanas de la ciudad en una impresionante y aterradora explosión de su rayo de calor que no deja nada más que devastación y la reveladora nube en forma de hongo en su despertar. Si Shin Godzilla, La última película de kaiju de Toho y ahora casi una década detrás de nosotros, hizo un Godzilla que era alienígena en su horror. Menos unoEs un miedo basado en nuestra realidad, uno que es profundamente conocido por el contexto de sus personajes y por su audiencia.
Tan inteligente como Menos uno Ambos desarrollan sus elementos humanos y su impresionante interpretación del propio Godzilla, cuando llega el momento del acto final para Koichi y la comunidad que ha construido a su alrededor, una que hemos visto crecer a lo largo de la película, para ser el objeto inamovible contra una fuerza imparable, Yamazaki Enlaza maravillosamente todos los hilos que ha establecido para ofrecer un clímax que evoca las películas de Godzilla en su forma más clásica: una historia de altura. melodrama y terror, pero intensamente centrado y enamorado de la capacidad del espíritu humano: ponerse de pie y ayudarse mutuamente. otro, amar. Pero ese es también el fundamento de su verdadero mensaje. Menos uno ¿No es una película sobre Japón como estado-nación reaccionando ante Godzilla y lo que representa la imagen del Rey de todos los Kaiju? Es una película sobre gente—las comunidades que construimos en nuestras vidas como individuos, lo que valoramos y lo que mantenemos cuando no hay nada más dispuesto a apoyar nosotros—enfrentando esta amenaza titánica e inquebrantable. Menos uno sobresale en establecer el horror de su antagonista titular a través de efectos notables y acción apasionantemente enmarcada, en última instancia es una película que es no sobre su monstruoso protagonista, sino sobre la esperanza en sus personajes humanos.
eso Menos uno sobresalir en este equilibrio entre lo humano y lo monstruoso es un triunfo en sí mismo. Pero que lo haga así bien al utilizar tan magistralmente su ambientación de época para hacer que sus alegorías políticas sean claras y explícitas para su audiencia, para brindarles el espectáculo de su conmoción y asombro, la alegría de su espíritu humano, pero también la píldora amarga de su poderoso mensaje político, lo hacen más que solo una de las mejores apariciones cinematográficas de Godzilla, pero una de las mejores películas del año y punto.
Godzilla menos uno Llega a los cines de Estados Unidos a partir del 1 de diciembre, con avances especiales a partir de la próxima semana, el 29 de noviembre.
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