El escritor y periodista estadounidense Paul Salopek (California, 1962) ha trabajado desde hace décadas en África, Oriente Medio, Asia Central y América Latina para numerosos medios de comunicación, entre ellos National Geographic. Una labor que le ha granjeado numerosos premios, incluidos dos Pulitzer.
En enero de 2013 emprendió un viaje por todo el mundo siguiendo la estela dejada hace unos 60.000 años por los primeros humanos que emigraron desde África. Como ellos, o hizo a pie. Se trata del proyecto “Caminata Más Allá del Edén”, en el que recorrerá unos 33.000 kilómetros -desde África hasta Tierra del Fuego- siguiendo los pasos de los primeros humanos modernos. Un viaje en el que relata algunas de las grandes historias de nuestro tiempo -desde el cambio climático hasta la innovación tecnológica, pasando por las migraciones masivas a las culturas minoritarias- explicadas en primera persona por sus protagonistas. Los textos y fotografías de sus crónicas crean un registro mundial de la humanidad al comienzo de un nuevo milenio, contadas por aldeanos, nómadas, comerciantes, agricultores, soldados y artistas que rara vez aparecen en los medios de comunicación.
La aventura comenzó en Etiopía en uno de los yacimientos humanos más antiguos del mundo: las excavaciones de Herto Bouri, donde se han hallado algunos de los restos humanos más antiguos. Acompañado de guías locales y dos dromedarios, Salopek siguió las rutas históricas de las caravanas a través del Triángulo Afar hasta llegar a la costa de Djibouti, en el cuerno de África, cerca del lugar donde los humanos salieron de este continente para extenderse por el resto del mundo. Desde allí se adentró en Arabia, sumándose a la breve lista de viajeros que en el último siglo han cruzado a pie el desierto del Hiyaz para encontrarse con un pasado legendario de caravanas y peregrinos.
Después de atravesar el valle del Jordán, arribó a Jerusalén, una tierra ancestral disputada por las tres religiones monoteístas más importantes del mundo. Desde allí viajó al sur de Turquía, donde es testigo del drama protagonizado por una de las mayores migraciones forzadas del mundo: la de la diáspora siria. Siguiendo los pasos de la ruta de la seda, atravesó Asia Central y el subcontinente indio hasta recalar en China, donde nos redescubre escenas de un país anterior a la industrialización y las megaciudades. El viaje continúa, y es que, como dice Salopek, “cada paso que damos es una caída que detenemos a tiempo, un fracaso que evitamos, un desastre que sorteamos. Por eso caminar es un acto de fe”.