Uno de los mejores hábitos para la salud es realizar una actividad física de manera diaria. No solo tiene beneficios físicos, también psicológicos y sociales ¡Te lo contamos!
Una de las razones por las que muchas personas deciden estudiar Tafad Madrid, es decir, Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva, es porque cada vez la sociedad es más consciente de la necesidades de aumentar el ejercicio físico y disminuir el sedentarismo. No se trata de favorecer el culto a la imagen, si no de entender los beneficios saludables que hay detrás de una rutina de ejercicio.
¿Sabías que realizar ejercicio de manera diaria favorece que puedas prevenir enfermedades? Así es, con unos buenos hábitos saludables se pueden prevenir nefermedades cardiovasculares, tensión arterial alta, cáncer de colon y diabetes. No importa la edad, ni el género, hay estudios que muestran el gran cambio físico y emocional que genera esta actividad, promoviendo una mayor calidad de vida y una prolongación de la misma. Dicho esto, vamos a contaros los beneficios con más detalle.
Uno de los grandes beneficios que tiene la realización de una actividad física, sea cual sea, es que durante el tiempo en el que uno la realiza desconecta de todos los problemas y dificultades que haya podido tener hasta hace 5 minutos. Es un espacio y un tiempo de desconexión, lo que también aligera las cargas emocionales y, cuando uno finaliza, puede tener la sensación de que se ha quitado un peso de encima.
Por la misma causa, este tipo de acción favorece la descarga de tensión y estrés. Sabemos que vivimos en una sociedad donde impera la producción y la eficiencia, que esto genera mucho agobio y sobre exigencia. El deporte es una manera estupenda de descargar parte de esa imposición externa e interna para sentir el cuerpo más ligero y la mente más descansada.
Además, cuando esto sucede, hay una respuesta hormonal que favorece que uno siente un gran bienestar. De esta manera, uno puede llegar a sentirse mejor con uno mismo, con el mundo y ver las cosas desde otra perspectiva menos negativa. Por ello, es una actividad que se recomienda encarecidamente a personas que sufren de ansiedad, estrés, depresión, entre otras afecciones emocionales. Se pueden notar cambios a corto plazo y puede aliviar muchas sintomatologías.
A nivel fisiológico vamos a destacar cambios tan interesantes como el fortalecimiento de los huesos, pues el ejercicio aumenta su densidad ósea. Esto, sin duda, es una de las grandes claves para poder disfrutar de una mayor calidad de vida. Además, también se fortalecen los músculos, lo que da como resultado poder hacer actividades y movimientos que impliquen más carga física sin sentir agotamiento o sin tener malestar.
A su vez, un punto importante, es el control del sobrepeso, la obesidad y el porcentaje de grasa corporal. Todos sabemos que en los supermercados es difícil encontrar alimentos que no tengan azúcares, aditivos innecesarios y un montón de alimentos ultraprocesados deliciosos pero poco saludables. Por ello, además de una buena alimentación, el ejercicio es clave para poder afrontar, contrarrestar y mejorar físicamente.
Y no solo se mejora físicamente o emocionalmente, los estudios también pueden que el ejercicio fomenta la sociabilidad. Para muchas personas que están solas o tienen dificultades para entablar relaciones, un espacio compartido donde hacer ejercicio puede ser un lugar ideal para establecer relaciones personales. Además, se ha visto que el ejercicio fomenta la autonomía y también facilita la integración social lo que, de nuevo, nos vuelve a llevar a ventajas emocionales y un mayor bienestar vital fundamental.