Aquella famosa frase de Édgar Perea, “A Junior tienes que matarlo”, se hizo más fuerte que nunca este miércoles, cuando el Tiburón arrolló al Tolima en Barranquilla, lo goleó 4-2 y se metió en la gran final de la Liga 2023-II.
Tolima jugaba con dos resultados, empate y victoria. A Junior solo le servía ganar, y empezó a buscarlo desde que el árbitro Wílmar Roldán pitó el arranque del partido. Y a los 6 minutos, Gabriel Fuentes metió un riendazo desde afuera del área para dejar sin opción al portero Christian Vargas.
En uno de los pocos respiros que le permitió Junior, Tolima encontró el empate, en el minuto 22: tras un remate de Marlon Torres que pegó en el palo, Kevin Pérez tomó el rebote y venció al portero Santiago Mele.
Pero a Junior no se le podía dejar vivo. Y el local, guiado por un brillante Déiber Caicedo, encontró de nuevo a su goleador, Carlos Bacca, que apareció dos veces. La primera, en el minuto 26, para anticipar a César Haydar tras un centro desde la izquierda y al portero Vargas y rematar en el borde del área chica para el 2-1.
La segunda tuvo los mismos protagonistas, el mismo asistidor y el mismo rematador, pero en distintas zonas del campo: Caicedo, esta vez, enganchó hacia el centro y tocó al borde del área, y Bacca, esta vez, tuvo tiempo para parar, levantar la mirada y rematar desde allí, a los 38.
Un grave error de Emanuel Olivera, que fue a cortar un balón a la banda y lo perdió, dejando un hueco en la mitad, lo aprovechó Yeison Guzmán para meter una pelota cruzada al segundo palo, donde Diego Herazo llegó para anotar, en el minuto 45+2. El gol tardó casi cuatro minutos en subir al marcador, lo que tardó el VAR en determinar que el anotador estaba habilitado.
Tolima le puso empeño y por momentos le metió uno que otro susto al Junior y puso a trabajar al portero Santiago Mele. Pero en el otro arco, el visitante tenía problemas: Christian Vargas, que reemplazaba al lesionado Neto Volpi, tenía problemas físicos. Y se notó en el gol que sentenció el partido y la clasificación: Déiber Caicedo, de tiro libre, hizo el 4-2 colgando la pelota en un ángulo. Golazo, pero se notaba que Vargas no estaba en condiciones, a tal punto que, inmediatamente, el DT David González lo sacó y mandó al tercer arquero, Juan Camilo Chaverra.
El visitante se fue con todo en busca del descuento y dejó espacios. Junior pudo haber marcado algún gol más en el contraataque. Y el partido se calentó demasiado. Hubo un choque entre Jermein Peña y Marlon Torres que Roldán resolvió por las buenas. Pero luego no aguantó más y echó a Freddy Hinestroza y a Juan David Ríos.
Nunca den por muerto a Junior. A punta de valentía y entrega, se metió a la final y ahora espera por un Medellín peligroso, pero que sabe que en Barranquilla es a otro precio.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc