Algunos días atrás la aerolínea argentina Flybondi era noticia porque comenzaba a volar a Mar del Plata con pasajes promocionales a menor valor que los micros -y también porque la cola de uno de sus aviones impactó contra la pista en uno de los primeros vuelos a esa ciudad. Además la empresa había recibido autorización -luego de varios meses de gestiones, porque las primeras novedades se habían dado en abril de 2023- para comenzar a hacer la ruta Buenos Aires – Lima, que actualmente ya otras compañías low cost cubren, como los casos de JetSmart y Sky. Parte de esas novedades se enmarcaban en la política del nuevo gobierno argentino, que busca facilitar la apertura de nuevas rutas aéreas y la llegada de más jugadores al mercado aéreo argentino.
Pero el viernes Flybondi fue noticia por una razón bastante diferente: que debía comenzar a cancelar vuelos en los próximos días debido a que algunas de sus aeronaves deberían suspender sus operaciones debido a la deuda en dólares que habían contraído con las empresas de leasing. Si bien el actual gobierno impulsa unos bonos conocidos como Bopreal para normalizar la deuda comercial en dólares que ya se arrastraba de la administración anterior, lo cierto es que las empresas de leasing no aceptan los Bopreal y quieren los billetes.
Se produce una situación bastante paradójica: una declaración de desregulación del mercado aéreo local, pero con una política de acceso a dólares que hace bastante complicada la concreción de esos objetivos. Desde ya podemos entender que se trata de una situación temporal, y que se podría extender por lo menos hasta que comience la liquidación de dólares del agro, hacia abril o mayo.
Para Flybondi es una situación muy complicada, porque justamente enero y febrero son los meses más importantes del año para el mercado turístico argentino. Si el acceso a divisas tarda varios meses en comenzar a normalizarse van a enfrentar un verano muy complicado. De hecho ayer hubo protestas en Aeroparque por las demoras y cancelaciones. El cálculo de la empresa es que alrededor de 1300 pasajeros por día serían afectados por los problemas derivados de la menor cantidad de aviones disponibles.
Para un sector que tiene la mayor parte de sus costos en dólares -aeronaves, repuestos, etc- la expansión de la oferta va a estar directamente ligada a la disponibilidad de divisas. Se pueden tomar todas las medidas políticas que quieran en cuanto a desregulación, pero luego hay que tener espaldas financieras para llevar a cabo esas intenciones.