Isabel Pantoja no consigue dejar atrás sus fantasmas con el fisco y sus recuerdos más dolorosos. La cantante ha decidido trasladarse a vivir a Madrid y abandonar Cantora, el que ha sido su refugio durante los duros momentos que ha vivido con sus problemas penales, con sus hijos y con su madre, que falleció en 2021.
Isabel Pantoja ha pedido quince millones de euros por la finca, a pesar de que está tasada en 4 millones. Ya de por sí, la cantidad demandada se considera inasumible y desproporcionada para poder ser vendida fácilmente.
Pero Antonio Rossi, colaborador de Vamos a ver y persona con buena información sobre la cantante, ha ofrecido un dato que, al menos, a medio plazo paraliza el deseo de su dueña de deshacerse de Cantora y empezar de cero.
Aunque la extensión y el elevado precio de Cantora se plantean como una opción para poder construir allí un parque eólico o un huerto solar, hay una razón administrativa que hace esto del todo imposible.
El terreno forma parte de la Red Natura 2000, una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad, por lo que es un espacio protegido, donde no se puede intervenir urbanísticamente. Según Rossi, “ella quiere recurrir la medida en Europa”.
La clasificación de Cantora como espacio protegido impide una intervención en el terreno que justifique el desembolso, elevadísimo, por parte de un posible comprador. “Ella está muy enfadada porque la finca de al lado tiene un parque eólico enorme. Isabel tuvo la oportunidad en su momento de construirlo, pero alega ahora que no se enteró cuando le dieron la opción de interponer un recurso cuando se creó la Red Natura”, sostuvo el periodista.
A la cantante, le queda dos soluciones: bajar el precio de su finca al valor real de tasación, establecido en 4 millones de euros, o tratar de que Europa le dé la razón, una alternativa que, inevitablemente, llevaría varios años.