Sam Altman está estudiando la forma de establecer una red de empresas que fabricarán semiconductores. Para ello, el director ejecutivo de OpenAI está en conversaciones con inversores y fabricantes de chips de Oriente Medio y otros países.
Con esto, una de las prioridades de Altman es la de satisfacer la creciente necesidad de semiconductores de su empresa y al mismo tiempo reducir su dependencia de Nvidia, el primer fabricante de chips. El proyecto implicaría trabajar con los principales fabricantes de chips, y la red de fábricas tendría un alcance global.
Una de los inversores de Emiratos Árabes Unidos (EAU) con los que Altman se encuentra en continuo contacto es el jeque Tahnoon bin Zayed al-Nahyan, una de las figuras más ricas e influyentes de Abu Dhabi. Otro es G42, con sede en Abu Dhabi. Fuera de Oriente Medio, Altman también está en conversaciones con el fabricante taiwanés de chips Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., y con SoftBank Group Corp., según publica Bloomberg.
Una tarea muy complicada
Construir y mantener fábricas que fabriquen semiconductores es mucho más costoso de lo que se puede imaginar. Construir una única planta de fabricación de última generación puede requerir decenas de miles de millones de dólares, y crear una red de instalaciones de este tipo llevaría años. Sólo las conversaciones con el G42 se habían centrado en recaudar entre 8.000 y 10.000 millones de dólares.
Altman cree que la industria necesita actuar ahora para garantizar que haya suficiente oferta hacia el final de la década. Desde que OpenAI lanzó ChatGPT hace más de un año, el interés en las aplicaciones de inteligencia artificial se ha disparado entre empresas y consumidores. Esto, a su vez, ha estimulado una demanda masiva de potencia informática y procesadores necesarios para construir y ejecutar esos programas de IA.
La campaña de recaudación de fondos de Altman refleja su preocupación de que a medida que la IA se vuelva más omnipresente, no habrá suficientes chips para un despliegue generalizado. A día de hoy, muchas de las previsiones actuales para la producción de chips relacionados con la IA no cubren la demanda proyectada.
Con todo esto, los chips se han convertido en el último año en el producto más popular para las empresas emergentes en Silicon Valley y para firmas tecnológicas establecidas en otros lugares, dando lugar a un buen número de fabricantes en la carrera por ser el líder supremo de la IA.