El exciclista Jan Ullrich decidió romper el silencio y hablar de una cruda realidad que se vivía en el mundo pedal por los años 90. El campeón del Tour de Francia en 1997 y de la Vuelta a España en 1998 decidió abrir su corazón en el podcast Einfach mal Luppen del volante del Real Madrid, Toni Kroos, y su hermano Félix.
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La historia del ciclista alemán es bastante conocida, sus problemas con el dopaje se fueron acrecentando y su carrera deportiva se fue a pique tras ser asociado a la Operación Puerto en 2006. Después del escándalo no pudo volver a competir en el Tour de Francia y tras un año y medio decidió anunciar su retiro, explicando que nunca hizo trampa.
Ullrich supo brillar en el mundo del ciclismo, ganando dos de las grandes carreras del World Tour y siendo medalla de oro de ruta en los Juegos Olímpicos de Sídney, en el 2000, y plata en la crono de las justas.
La vida de Ulrich empezó a cambiar tras recibir una sanción de dos años sin competir que recibió por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), aunque la suspensión no afectó sus títulos, si golpeó su carrera deportiva.
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Desde su retiro se vio envuelto en varios escándalos por manejar borracho y generar un fuerte accidente de tránsito en el 2014. Fue acusado de golpear a una trabajadora sexual, atacar al director alemán Til Schweiger y recaer varias veces en su adicción a las drogas.
Cruda confesión con Toni Kroos
Hoy en día el doping está desplazado. Todos saben lo que es, pero entonces no era así. Ahora sí me siento culpable, pero entonces no se podía controlar
Este martes, Ulrich volvió a los primeros planos de la prensa de Europa tras su entrevista con Toni y Felix Kroos en un podcast en el que habló de sus problemas de dopaje y cómo la presión de los medios y la depresión lo afectaron.
“Parecía que tenía que ganar cada carrera porque había ganado la más difícil. No conseguía desconectar por la presión de los medios. Cuando me iba de vacaciones no estaba tranquilo. No podía volver a una vida habitual. Necesitaba descansar, pero tenía actos con patrocinadores, publicidad, entrevistas… Tuve una presión que sentí como extrema”, empezó diciendo.
Fue en ese momento cuando se cayó en el oscuro mundo del dopaje, en una época en la que no estaban tan controlados los ciclistas como lo están a día de hoy. “Entonces venía un médico y te dice que tiene una receta secreta con efectos inmediatos. Hoy en día el doping está desplazado. Todos saben lo que es, pero entonces no era así. Ahora sí me siento culpable, pero entonces no se podía controlar”.
En aquella época no era un delito, sino una igualdad de posibilidades. No te sentías culpable porque sabías que las personas contra las que luchabas también la usaban muchos de ellos
“Estaba en la lista de sustancias prohibidas, pero no podía ser controlada. En aquella época no era un delito, sino una igualdad de posibilidades. No te sentías culpable porque sabías que las personas contra las que luchabas también la usaban muchos de ellos. Crees que no haces nada malo”, afirmó.
Pero el escándalo tocó a su puerta y su vida cambió: “De repente pierdes todo. Perdí todo lo que había construido durante décadas, los amigos, la familia, los contactos… Todos siguen haciendo su vida cuando tú has caído y eso hace mucho daño. Te preguntas por qué estás así si no has hecho nada diferente a lo que han hecho muchos otros. De repente te dejan caer y tienes que levantarte solo. Ya no hablas con amigos sino que hablas con abogados. Estás perdido y no te puedes proteger“.
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Sin embargo, Ullrich le confesó a Toni Kroos que sus motivaciones para salir de tantas polémicas y todos los problemas fueron sus hijos. Su calvario terminó cuando empezó a combatir sus miedos.
“Había decidido no decir nada, pero me estaba construyendo otra vida y no funcionó. Entonces, en ese momento tan bajo, decidí que tenía que compartirlo con la gente, rompí todas las barreras que había construido a mi alrededor”, afirmó Ullrich.
Y agregó: “Estaba deprimido. Tenía que dejar lo que estaba haciendo. Tenía que llevar una vida normal de nuevo. Creía que estaba totalmente derrotado, pero me dije que no podía seguir así, que tengo cuatro hijos. Ellos me motivaron, porque yo me había abandonado completamente. Sin mis hijos probablemente hoy no estaría aquí”.
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