Alberto Gamero siente como propio a Millonarios. Este miércoles, otra vez, lloró de felicidad tras ganar la Superliga, el único título que le faltaba con el club.
Ya son cuatro vueltas olímpicas las que tiene el técnico samario con Millos, que en este 2024 cumplirá 60 años. Ganó la Liga como jugador en 1988 y ahora, desde el banco, ya ganó la Copa Colombia (2022), la Liga (2023-I) y ahora, el duelo de campeones contra Junior.
Gamero fue nombrado técnico de Millonarios en diciembre de 2019, en reemplazo de Jorge Luis Pinto. En su hoja de vida ya traía tres títulos como entrenador: en 2008-I le dio su única estrella al Boyacá Chicó, y luego, con Deportes Tolima, ganó la Copa Colombia en 2014 y la Liga en 2018.
No fue un comienzo fácil. El equipo no anduvo bien en los primeros partidos de 2020 y ese lastre no lo pudo superar. Vino la pandemia y cuando el fútbol volvió luego de seis meses de para, el equipo comenzó a jugar bien, pero los puntos no alcanzaron para entrar entre los ocho.
Gamero vivió varias frustraciones seguidas: la eliminación de la Copa Sudamericana 2020 a manos de Cali, la derrota contra el mismo rival por un cupo al mismo torneo al año siguiente. Y luego tuvo su primera final, en 2021-I, que perdió contra Tolima en Bogotá tras haber sacado un empate en Ibagué.
Pero en Millonarios le tuvieron paciencia. Hubo que esperar año y medio más para el primer título, el de la Copa Colombia 2022, en una final muy parecida a la que acaba de ganar en la Superliga. Era el mismo rival, Junior, y los partidos acabaron igual: derrota 1-0 en Barranquilla y victoria 2-0 en El Campín.
La esperada Liga de Millonarios y Gamero
El título de Liga, el más importante en la era Gamero, tuvo un sabor especial: fue contra Nacional, con cierre en Bogotá y con todo el drama del mundo. Se definió en lanzamientos desde el punto penalti.
Esta final mostró toda la calma de Gamero para armar su nómina. Tenía muchas bajas: Juan Pablo Vargas, juan Carlos Pereira, Daniel Cataño, Daniel Ruiz, entre otros.
El conocimiento de la plantilla le permitió al técnico armar un equipo sólido, que tuvo paciencia para romper el muro que planteó Junior y revertir la derrota en Barranquilla. Así, más de 30 mil hinchas azules en el estadio festejaron el nuevo título.
“A la hinchada le damos las gracias, porque siempre aparecen en todo lado. El temor que tengo en las finales es defraudar a tanta gente que viene”, dijo Gamero. “Hoy (miércoles) fue todo redondo, estrenando camiseta, que está muy linda”, agregó.
La deuda histórica de Gamero y de todo Millonarios es un título internacional y en esa vía trabaja el club. “Este proceso no puede tener techo y sabemos que tenemos una deuda grande en materia internacional”, dijo el capitán Mackalister Silva, el representante de Gamero en la cancha. Por ahora, el cartón de títulos azules está lleno.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc