UFC 1 tuvo lugar en noviembre de 1993. Aquel evento estuvo pensado para comprobar qué arte marcial era la más efectiva. Entonces, no había límite de tiempo, ni asaltos, ni prácticamente reglas. Esto quiere decir que apenas había golpes ilegales. Más allá de vetar los mordiscos y los piquetes de ojos, casi todo lo demás estaba permitido, incluso los golpes en los testículos o los cabezazos.
Evidentemente, estos golpes siguen siendo ilegales pero, en la actualidad, se han sumado otros. Impactar deliberadamente en la espina dorsal, por ejemplo, está prohibido para reducir riesgos de lesiones medulares y lo mismo sucede con los golpes en la nuca.
Del mismo modo, hay otros impactos que se deben evitar porque pueden generar lesiones especialmente graves. Entre ellos están las patadas a la cabeza cuando un rival está en el suelo, es decir, patear la cabeza como si fuera un balón, y lo mismo sucede con las rodillas. Solo se puede patear o rodillear la cabeza cuando el oponente está de pie. Si un rival en UFC tiene una mano en el suelo estos golpes se consideran ilegales.
Otras cosas que están prohibidas son las patadas a la cara cuando los dos rivales están en el suelo. Y lo mismo sucede con los tirones de pelo, los golpes en la tráquea, los arañazos, los pellizcos o las luxaciones en articulaciones pequeñas. Dicho de otra forma, no se puede luxar un dedo intencionadamente. Finalmente, no se puede golpear con la punta del codo desde la montada, como si fuera un picahielo.