Bertín Osborne afirma estar sobrepasado y ciertamente sorprendido ante la última ocurrencia de Gabriela Guillén. La paraguaya, que sigue dando vueltas sobre la paternidad de su hijo, ha deslizado haber sido víctima de un robo en pleno barrio de Retiro en Madrid.
Según explicó su portavoz, Raquel Arias, en el programa Así es la vida de Telecinco, los cascos reventaron una de las ventanillas de su coche para robar la sillita de su bebé.
Arias, en clara connivencia con Gabriela, se aventuró a explicar que el hurto pudo deberse a la necesidad de Bertín de cotejar su ADN con el del recién nacido. El entorno del cantante no solo niega categóricamente haber tenido algo que ver en este acto, sino que promete acudir a los tribunales si la presión y las maledicientes insinuaciones no cesan.
En este sentido, Osborne está bien asesorado y, aunque ya podría haber iniciado acciones legales contra unos y otros, está intentando que amaine el temporal y la calma ponga a cada uno en su sitio.
No será fácil que sus deseos se cumplan, ya que Gabriela podría asomarse más pronto que tarde en las ventanas de las revistas del colorín para seguir espolvoreando dudas y generando controversia.