Intel se ha rendido ante Nvidia, siguiendo al pie de la letra la filosofía de los vencidos, que viene a decir que te unas a tu enemigo si no puedes con él. La compañía de procesadores lleva tres años inmersa en un cambio de estrategia e intentando sumarse al carro de la inteligencia artificial (IA). Aunque llegue a destiempo, la encabezada por Pat Gelsinger está intentando hacerse un hueco ofreciéndose a sus rivales. Quiere dar un servicio completo de fundición de chips a sus competidores, de forma que los procesadores más punteros, como los de Nvidia, salgan de sus fábricas.
La que fue la reina de los procesadores en su momento quiere ser ahora la reina de los servicios de fundición. La firma lleva trabajando en esa estrategia desde 2021 y, desde entonces, no ha dejado de anunciar novedades. Ayer miércoles, el día en que toda la atención se centraba en Nvidia por la presentación de resultados, la californiana quiso arrebatarle parte del protagonismo. Celebró su primer evento de fundición, en el que presentó Intel Foundry. Es el negocio con el que quiere ser el fabricante de chips de las compañías que no cuentan con sus propias fábricas.
La estrategia de Intel es dar un servicio completo que permita materializar los chips de última generación del mercado. Desde la fabricación de las obleas, de chiplets, el embalaje del producto o el software necesario para probar los procesadores antes de mandarlos a producción. Ayer, Intel presentó nueva tecnología para poder hacer realidad los semiconductores más punteros “para la era de la IA”. Este fue otro punto importante, ya que la compañía está intentando posicionarse como otra de las ganadoras de la inteligencia artificial.
Tradicionalmente, la empresa californiana diseñaba y creaba sus propios chips, pero no prestaba servicios a terceros. Ese modelo de negocio se quedó obsoleto, ya que el sector se especializó en una cosa u otra (o bien en la fundición o en el diseño, empresas fabless, sin fábrica), como Nvidia. La empresa de Jesen Huang se ha encargado de idear los mejores procesadores para videojuegos y tarjetas gráficas y que sea Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) quien los fabrique. Intel se ha dado cuenta que es esta es la forma de subirse al carro de la IA, ofreciéndose como el fabricante líder para las firmas sin fábricas.
Esta estrategia se entiende aún mejor debido a la enorme demanda de fundición que, con los recursos actuales, no puede ser cubierta. Es decir, a Nvidia le gustaría poder ensamblar más unidades de sus productos, pero TSMC ya está trabajando a pleno rendimiento. Y ahí es dónde aparece Intel.
La compañía de Gelsinger está tendiendo la mano a Nvidia, ya que está reuniendo todos los requisitos necesarios para ser quien produzca sus chips o, al menos, ser uno de sus socios clave de fabricación. La taiwanesa es hasta ahora la mano derecha de la empresa de Huang y la líder en el mercado, aunque Intel quiere acortar las distancias. Una de las pruebas de que la firma está poniendo toda la carne en el asador es que será la primera compañía que utilice las nuevas máquinas de luz ultravioleta de ASML, críticas en el proceso de fundición.
El objetivo de Intel es ser la segunda mayor fundición del mundo en 2030, solo superada por la actual líder, TSMC. “La IA está transformando profundamente el mundo y la forma en que concebimos la tecnología y el silicio que la impulsa. Está creando una oportunidad sin precedentes para los diseñadores de chips más innovadores del mundo y para Intel Foundry”, decía el consejero delegado de Intel, Gelsinger, en el evento celebrado en San José.
Intel está inmersa ahora en cerrar contratos con terceros para que le escojan para fundir y ensamblar sus chips. También está centrada en promocionar su nueva imagen, por lo que no escatimó en el evento de ayer. Invitó a las caras más influyentes de la industria, como Sam Altman, el creador de ChatGPT, a Satya Nadella, el consejero delegado de Microsoft o a su homólogo en Arm, René Haas. También asisitó la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo.