En el ámbito de la conservación, el nacimiento de un ejemplar en peligro crítico de extinción es motivo de celebración. Así, a finales del año pasado fue el turno de un aligátor leucístico en Orlando, hace pocas semanas ocurrió el de dos crías de chimpancé occidental en Valencia, y ahora: la familia del Zoo de Barcelona da la bienvenida a una recién nacida gacela dama mohor (Nanger dama mhorr).
Se trata de una subespecie extraña cuyo hábitat natural se encuentra en regiones subdesérticas del sur de Marruecos y el Sáhara Occidental, donde su supervivencia se ve frecuentemente amenazada por el cambio climático, la caza indiscriminada y la pérdida del medio natural debido al pasto excesivo y la ganadería.
En ese contexto, esta clase de antílope llegó a extinguirse de su área de dispersión a mediados del siglo pasado, pero en 1971 la Estación Experimental de Zonas Áridas de Almería, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), puso en marcha un programa de cría en cautividad que favoreció su reintroducción en reservas y parques nacionales de la región.
Con esto, el programa va dando sus frutos y la nueva cría en Barcelona es prueba de ello: tal y como se cuenta en el comunicado oficial del zoológico, el animal nació el pasado 7 de febrero, es un macho, y su estado de salud es bueno. Desde su nacimiento hasta la fecha ya se le ha visto interactuar con otros ejemplares del grupo, aunque, por el momento, siempre bajo la vigilancia y protección de su madre.
Conociendo un poco más a la gacela dama mohor
Delgada y estilizada. Así luce la gacela dama mohor, que destaca por sus patas largas y los colores de su pelaje: marrón rojizo para el cuerpo y blanco para las partes inferiores del cuerpo y la cola.
Sin olvidar sus distintivos cuernos, más pequeños que los que poseen otros antílopes como el Muflón del Atlas: en este caso, la tímida cornamenta mide tan solo entre 20 y 43 cm de longitud, siendo el número mayor el correspondiente a la de los machos.
La nueva cría de gacela dama mohor en el Zoo de Barcelona junto a otro ejemplar adulto,
Como mecanismo de adaptación al entorno árido en el que vive, la gacela dama mohor es capaz de pasar largos periodos sin beber agua. Además, se alimenta de hierbas y semillas de plantas que consigue al montarse sobre sus dos patas traseras. Eso sí, la escasez de recursos obliga a este animal a desarrollar un comportamiento nómada.
En sus largas rutas en búsqueda de comida, la gacela dama mohor se cruza con numerosos enemigos: el clima extremo es uno de ellos, pero también otros animales como las hienas, los chacales, los leones y los guepardos suponen obstáculos en su carrera por sobrevivir. Y, por supuesto, a esta lista se suman los humanos.
Con esto, el programa de reintroducción de la gacela dama mohor, que empezó con un macho y seis hembras, está siendo un éxito: “el Zoo de Barcelona hace tiempo que colabora porque entre sus objetivos está la recuperación de la biodiversidad de una región muy amenazada por el cambio climático y la presión humana como es el Sahel”, explica el director del zoológico en el comunicado oficial.