La mayoría de la gente enciende el móvil notificaciones push y luego olvidarse inmediatamente de ellas. Sin embargo, resulta que si no estás tramando nada bueno, esas notificaciones podrían atraparte arrojado a prisión. The Washington Post informes que el FBI ha estado utilizando datos de notificaciones automáticas móviles para desenmascarar a personas sospechosas de delitos graves, como pedofilia, terrorismo y asesinato.
El Post investigó un poco en los registros judiciales y encontró evidencia de al menos 130 órdenes de registro presentadas por los federales para notificación push datos en casos que abarcan 14 estados. En esos casos, los funcionarios del FBI pidieron a las empresas tecnológicas como Google, Apple y Facebook que bifurcaran los datos. relacionadas con las notificaciones móviles de un sospechoso, luego usaron los datos para implicar al sospechoso en un comportamiento criminal vinculado a una aplicación en particular, aunque muchas de esas aplicaciones eran plataformas de comunicación supuestamente anónimas, como Wickr.
¿Cómo es esto posible exactamente? Las notificaciones automáticas, que son proporcionadas por un proveedor de sistema operativo móvil, incluyen metadatos integrados que se pueden examinar para comprender el uso de las aplicaciones móviles en un teléfono en particular. Las aplicaciones vienen acompañadas de un identificador silencioso, un “token de inserción”, que se almacena en los servidores corporativos de una empresa como Apple u otro fabricante de teléfonos después de que un usuario se registra para usar una aplicación en particular. Esos tokens pueden usarse más tarde para identificar a la persona que utiliza la aplicación, en basamiento de la información asociada con el dispositivo en el que aplicación fue descargada. Incluso desactivando las notificaciones push en su dispositivo no necesariamente deshabilita esta función, sostienen los expertos.
Este tema recibió por primera vez la atención generalizada como resultado de Senador Ron Wyden (D-Oregón), quien publicó una carta había enviado al Departamento de Justicia sobre la controvertida técnica de vigilancia. Apple, que se ha jactado de los beneficios de privacidad de sus dispositivos , reconoció el problema Poco después. Según el Post, los policías han estado utilizando este tipo de datos en casos judiciales durante años. El primero registrado caso que el Post descubrió fue hace media década, allá por 2019.
Si encontrar nuevas formas de atrapar a pedófilos y terroristas no parece lo peor del mundo, el artículo del Post destaca las voces de críticos que temen que este tipo de datos móviles pueda usarse para rastrear a personas que no han cometido delitos graves, como delitos políticos activistas o mujeres que buscan abortos en estados donde el procedimiento ha sido restringido.
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