Por primera vez, se ha registrado la escena de una orca (Orcinus orca) consumiendo un tiburón blanco (Carcharodon carcharias), un superdepredador de los océanos.
Este extraordinario evento fue documentado por Alison Towner, de la Universidad de Rhodes, y su equipo, quienes ya habían sacado a la luz en 2022 cómo un par de orcas había estado cazando y matando a estos formidables tiburones frente a las costas de Sudáfrica desde 2017.
Las orcas, conocidas por su comportamiento cooperativo al cazar, han demostrado una vez más su adaptabilidad y destreza al abordar presas de considerable tamaño de manera individual.
Este incidente pone de relieve la capacidad de una orca, apodada Starboard por su aleta dorsal característicamente colapsada, para dominar y consumir a un tiburón blanco en un lapso asombrosamente breve de dos minutos.
comportamiento depredador de las orcas
La secuencia del suceso tuvo lugar así: en las inmediaciones de Seal Island, Mossel Bay, Sudáfrica, la orca denominada Port realiza un patrullaje hacia el sur, para después dirigirse hacia el norte de Seal Island, manteniéndose a una distancia superior a los 100 metros del sitio donde tuvo lugar la depredación, sin entablar más interacciones con la orca Starboard.
Starboard aparece entonces cerca de un joven tiburón blanco (Carcharodon carcharias), de alrededor de 2,5 metros de longitud total, y acto seguido captura la aleta pectoral izquierda del escualo, forzando al tiburón a realizar movimientos de flexión y torsión en la superficie.
Imágenes de la secuencia del suceso.
Tras tomar aire, Starboard se aferra nuevamente a la aleta pectoral izquierda del tiburón, ahora parcialmente inmovilizado, ejerciendo una presión que propulsa al tiburón hacia adelante; la inmersión del tiburón indica que podría ser objeto de evisceración.
Gaviotas cocineras (Larus dominicanus) se lanzan en picado para alimentarse de los restos del tejido hepático del tiburón, momento en el cual se observa una amplia mancha oleosa en la superficie.
Starboard es fotografiada después del incidente, sosteniendo un fragmento del hígado del tiburón en su boca, donde también es visible algo de sangre, a unos 100 metros al norte del punto inicial del suceso. La habilidad de Starboard para aislar y devorar el hígado del tiburón, un órgano rico en lípidos, refleja una especialización alimentaria que desafía la noción previa de las orcas como depredadoras exclusivamente cooperativas.
Este comportamiento sugiere una comprensión más profunda de la anatomía de sus presas y una capacidad notable para adaptar sus técnicas de caza según las circunstancias.
Interrogantes sobre el impacto en el ecosistema
Este comportamiento no solo reafirma la posición de la orca en el vértice de la cadena alimentaria marina, sino que también plantea interrogantes sobre el impacto de estas prácticas en las poblaciones de tiburones y la estructura del ecosistema marino en general.
La preferencia de las orcas por los hígados de los tiburones blancos podría tener implicaciones significativas para la dinámica de las especies en las aguas de Sudáfrica, posiblemente alterando las interacciones depredador-presa y los equilibrios ecológicos existentes.
El tiburón blanco (Carcharodon carcharias) tenía alrededor de 2,5 metros de longitud total.
La investigación sugiere que este comportamiento puede ser más común de lo que se pensaba anteriormente, con al menos dos poblaciones de orcas especializadas en elasmobranquios, una en las aguas de Nueva Zelanda y otra en el Pacífico nororiental.
La predación de las orcas induce cambios en el comportamiento y la distribución de numerosos depredadores marinos, subrayando la influencia dominante de las orcas en los ecosistemas marinos.
Un delicado equilibrio
La documentación de este evento no solo contribuye a nuestra comprensión de las orcas como depredadores supremos, sino que también destaca la necesidad de estrategias de conservación adaptativas y un monitoreo ecológico atento. El equilibrio delicado de los ecosistemas marinos depende en gran medida de la interacción entre sus especies más influyentes, y la orca, con su comportamiento depredador avanzado y adaptable, juega un papel crucial en este dinamismo.
En resumen, este hallazgo pionero no solo enriquece nuestro conocimiento sobre el comportamiento de las orcas, sino que también subraya la importancia de la conservación y el estudio continuo de estos majestuosos habitantes del océano.