Indra ha presentado este miércoles su nuevo Plan Estratégico tras dar por conseguidos todos los objetivos marcados en el anterior después de la reciente presentación de los resultados del ejercicio 2023.
Esta nueva hoja de ruta supone un rediseño de la actual estructura de la compañía en la que marcan como prioritario sobre los demás el desarrollo del negocio de Defensa y Aeroespacial, donde atisban el mayor crecimiento debido a una coyuntura actual muy marcada por el incremento de gasto en Defensa por parte de los Estados.
Esto les permite dibujar un crecimiento futuro dividido en dos tramos. El primero, hasta 2026, en el que esperan alcanzar unos ingresos de 6.000 millones, un ebitda de 750 millones y un ebit de 600. Más a largo plazo, el horizonte que plantean para 2030 solidificará en unas ventas que lleguen a los 10.000 millones de euros.
Búsqueda de un socio en Minsait
En los últimos meses se ha especulado mucho con que en la nueva Indra no tendría lugar su división tecnológica que, recordemos, sigue siendo el principal origen de ingresos. Sin embargo, el planteamiento sobre este área es claro y han asegurado que sigue siendo clave, pero es cierto que de cara a financiar el crecimiento Minsait, van a buscar la entrada de un socio financiero en lo que será, por tanto, una desinversión parcial, manteniendo una parte mayoritaria de esta división.