Queer Eye es una de las series de Netflix más relevantes en el panorama LGTBIQ+. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido su importancia para representar al colectivo lo que ha hecho que vuelva a ocupar los titulares, sino el comportamiento de su presentador, Jonathan Van Ness.
Como así ha recopilado Rolling Stone, de manera anónima varios de sus compañeros han asegurado que el intérprete era “un desastre” para trabajar con él, “emocionalmente abusivo” y sufría de problemas de ira. De hecho, de acuerdo al medio, Jonathan era una “diva de dos caras” que se comportaba de manera cariñosa con el público, pero no con sus trabajadores.
“Monstruo”, “pesadilla” y “degradante” han sido algunos de los adjetivos más repetidos en el artículo. Y es que, de las siete personas entrevistadas, muchos de ellos aseguraron que llegó a “arremeter” contra el equipo de trabajo, mientras que otros destacan que era “abusivo”.
Es por ello que, supuestamente, los demás presentadores de Queer Eye se negaban a participar en los rodajes en los que él parecía. Por ello, Van Ness tuvo una reunión con los ejecutivos de Netflix para intentar mejorar su actitud, aunque lo único que consiguió es que la plataforma perdiera credibilidad en el programa.
De hecho, muchos son los que aseguran que la marcha de Bobby Berk se debe a la actitud del presentador, aunque no hay datos oficiales al respecto. Por su parte, el intérprete no ha concedido ninguna declaración al respecto.