Como hemos dicho en numerosas ocasiones, todos los aspectos de nuestra vida se han visto afectados e influenciados por la tecnología, y la guerra no iba a ser menos. Son muchas las utilidades que se pueden aplicar en un campo de batalla, pero el mayor aprovechamiento de esta ciencia en los conflictos bélicos sin duda es con las ubicaciones.
Y es que uno de los peligros e inconvenientes (dependiendo del caso) de estar constantemente conectados es que las personas pueden saber dónde estamos en cada momento, y cuando se trata de personas cercanas a nosotros y es consensuado, esto está muy bien, pero cuando es un desconocido quien nos controla, la idea no parece tan buena.
Esta semana vimos como delincuentes estaban usando los localizadores AirTags de Apple para llevar a cabo robos de coches, pero ahora conocemos un ejemplo todavía más extremo y peligroso de la ubicación y tiene que ver con el conflicto que está ocurriendo en Gaza.
Este conflicto, que se ha intensificado e internacionalizado en el último año, está demostrando como se ha actualizado la guerra debido a los avances tecnológicos y está dejando escenas y actuaciones que lo demuestran. Por ejemplo, el uso de drones para investigar zonas e incluso llevar a cabo ataques, pero este no es el único aspecto.
Y es que tal y como se ha detectado esta semana, las ubicaciones GPS de los habitantes de la ciudad de Tel Aviv fueron codificadas. Esto provocó que todas las apps de mapas o que usasen la ubicación se volvieron locas al ubicar a los usuarios a cientos de kilómetros de donde realmente estaban.
Como explicaba un residente de la ciudad, tan solo cogió un patinete eléctrico para llegar a un sitio al que tardo 6 minutos, y el GPS le marcaba que había recorrido 200 kilómetros hasta llegar a la ciudad de Beirut (Líbano).
What wartime GPS scrambling looks like
I took a 6 minute trip on a rental scooter in Tel Aviv and the app thinks I traveled 200km to Beirut
Thankfully it’s charged by time not distance pic.twitter.com/6sZ9RQ77Pn
— Daragh (@dar_n_l) April 4, 2024
Aunque no hay confirmación oficial, todo apunta es una técnica por parte del gobierno israelí, para confundir a sus enemigos y proteger a sus ciudadanos de ataques de misiles iraníes. Esta técnica no es nueva, ya que Israel la ha usado en el pasado, pero sí que es la primera vez que la aplicaron en la capital e interviniendo apps como Google Maps, Waze o Gett Taxi entre otras.
Israel tiene motivos para creer que Irán va a lanzar misiles contra ellos porque se cree que Israel ha estado detrás de un ataque con misil sobre la embajada de Irán en Damasco, Siria, el lunes pasado. A pesar de negarlo, todo apunta a que ha sido el gobierno de Netanyahu e incluso desde EEUU aseguran que ha sido Israel.
Es por ello que no sería de extrañar que Irán respondiera con un ataque de misiles en los próximos días, y con el objetivo de proteger a sus ciudadanos, el país está codificando las ubicaciones para que no puedan localizarles. Aunque esta no es la única medida de protección que tiene la ciudad, ya que Israel destaca por su potente sistema de defensa antimisiles.